Rol del profesional de la construcción en el diseño energético
sustentable de edificios
Cecilia F. Martinez
Los
profesionales de la construcción, ingenieros y arquitectos, tienen un rol
destacado en el nivel de consumo de energía, como consecuencia de las
decisiones que se adoptan al encarar el proyecto y materialización de un
edificio.
Las condicionantes de diseño y la materialización de
la envolvente exterior, determinan de forma fundamental el comportamiento
termo-energético de un edificio, y con ello la mayor o menor necesidad de
utilizar sistemas artificiales de acondicionamiento, que en la mayoría de los
casos utilizan energía eléctrica (Martinez, 2004).
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación,
el sector residencial utiliza el 46,3% de la energía eléctrica en la Provincia,
Tabla 1, siendo el de mayor crecimiento en el período 2006-2010, Tabla 2 (Secretaría,
2011).
Tabla 1. Consumo de energía eléctrica en la Provincia por sector |
Tabla 2. Crecimiento según sector en el consumo de energía eléctrica 2006-2010 |
Desde el punto de vista de la sustentabilidad, el sector de
la producción de energía genera el 47% de las emisiones de CO2, fig.1. El consumo de energía per cápita, es responsable de más del 20% del CO2 producido por el argentino medio, (SAyDS, 2008).
Figura 1. Participación porcentual por sector en la generación de CO2 anual |
Siendo así, la
responsabilidad que les cabe a los profesionales del área de la construcción
civil es de suma importancia, ya que sus decisiones condicionan, al definir las
características de una obra, el comportamiento energético de la misma, y con
ello su mayor o menor consumo de energía para acondicionamiento artificial.
Diversos trabajos y
estudios han demostrado la importancia que tienen las buenas decisiones en la
reducción del consumo de energía (Di Bernardo y Perone, 1994; Picción, Echeverria y
Girardín, 1998; Gonzalo et al, 2000; Marincic e Isalgue, 2000; Volantino y
Echeuchory, 2002; Marincic, 2005).
Decisiones tan simples como
la orientación, la forma de agrupamiento o la elección del color para la
envolvente exterior de los edificios, pueden generar ahorros energéticos
significativos en el acondicionamiento artificial de espacios interiores, lo
que, además de significar un ahorro monetario para los usuarios, también se
refleja en un ahorro económico para la sociedad.
CASO
DE VIVIENDA EVALUADA
Figura 2.
Vistas de viviendas colectivas tipo (Barrio
AGET, Tucumán)
|
Para
realizar un estudio de condiciones térmicas y energéticas en edificios de
vivienda en San Miguel de Tucumán, se trabajo sobre un prototipo de vivienda
colectiva de planta baja y dos pisos, usual en diversas obras del Instituto
Provincial de la Vivienda (IPV), cuya envolvente se materializa con una
tipología básica de cerramientos, de uso frecuente en nuestro medio, resuelta con
muros de ladrillo cerámico hueco de 0,18 m, con ambas caras revocadas, estructura portante de hormigón armado, y
cubierta de chapa, con cámara de aire y aislación de poliestireno expandido de
espesor 2,5 cm.
La zona de S.M. de Tucumán tiene un clima de veranos
cálidos y húmedos, abundante lluvia y poca disponibilidad de viento. El período
de invierno es frío y seco. Esta zona ubicada en la provincia de Tucumán, en el
NO argentino, se clasifica como zona Bioambiental II (Norma IRAM 11,603) y
presenta un clima mixto, veranos con temperatura máxima media superior a los
32°C y HR media máxima de 85% e inviernos con temperatura media mínima de 6°C y
HR media de 65%. Desde el aspecto bioclimático las principales estrategias
de diseño son la reducción de ganancias y pérdidas de calor a través de la
envolvente, la ventilación natural y la calefacción solar pasiva, fig.3.
Figura 3. Gráfico bioclimático de Olgyay y Exigencias bioclimáticas (Gonzalo, 2003) |
Tomando de referencia la vivienda del último piso, por lo
cual los resultados son aplicables al caso de viviendas unifamiliares y otros
edificios de similar magnitud, se realizaron las siguientes evaluaciones:
-
determinación del coeficiente de transmitancia térmica K
para muros y cubierta, usando el programa de cálculo CEEMAKMP (Gonzalo, 2003).
-
balance térmico de las diferentes superficies componentes
de la envolvente exterior, vertical y horizontal, por medio de planilla de
cálculo para determinar la carga térmica total (Q= calor) para un régimen periódico
de 24 horas, según ecuación de flujo de calor de Koenisberger, (Koenisberger,
1997).
Los resultados muestran para el caso del coeficiente de
transmitancia térmica K, Tabla 3:
- en los muros solo las secciones compuestas por ladrillo
hueco de 18 cm, verifican con los valores máximos establecidos por Normas IRAM 11.605,
para un nivel C de confort (nivel mínimo en realidad poco recomendable).
- los elementos estructurales, en hormigón armado, no
cumplen con los valores máximos establecidos para puentes térmicos.
- en ningún caso los valores de K medio ponderado llega a
verificar (KMP, que considerando la influencia relativa de todos los
componentes de la envolvente), determinando esto que, el comportamiento
energético global del cerramiento, no permita lograr ni siquiera las
condiciones mínimas de habitabilidad interior.
Con el valor de KMP se observa también la gran influencia
que tienen las aberturas en el comportamiento global de un cerramiento, siendo
que los valores más altos se presentan en los muros con ventanas, sobretodo en
los muros 4 y 7, donde es predominante la superficie vidriada, observándose que
en el caso del muro 7 el coeficiente KMP es un poca más del doble que el valor
de K de muro.
Tabla3. Valores
de coeficiente de transmitancia térmica de cerramientos verticales
|
- En el caso de
la cubierta los valores de transmitancia térmica (K) obtenidos son: verano 0,86
W/m²ºC e invierno 0,79 W/m²ºC, verificando solo con el valor máximo admisible para
invierno en Nivel C (verano 0,72 W/m²ºC – invierno 1,00 W/m²ºC).
En la evaluación
energética, determinando la carga térmica Q, los datos se determinaron para 4
situaciones básicas de orientación (N, S, E y O), ya que los conjuntos habitacionales
se organizan en agrupamientos T de tres unidades, que se orientan en diversas
formas, fig. 4 y 5.
Figura
4. Agrupamientos de viviendas
|
Figura 5. Organización y orientación de conjuntos
habitacionales
|
Los resultados obtenidos en la evaluación energética para
acondicionamiento térmico, fig. 6, muestran que para el caso 2, la vivienda
orientada con su eje este-oeste y con el menor perímetro de frente hacia el
norte, se presenta la menor necesidad energética.
Esta diferencia en el requerimiento energético anual se
logra solo con la decisión de orientación del edificio.
Los casos 3 y 4 son los de mayor necesidad energética ya
que la orientación este-oeste de los mayores muros no es lo más favorable.
Figura 6. Requerimiento energético de acondicionamiento
artificial según orientación de la vivienda
|
Se observa, en la fig. 7, que los muros en el caso 2
presentan el menor requerimiento energético estacional, aunque en todos los
casos de orientación resulta similar.
Figura 7. Requerimientos de energía para
acondicionamiento estacional
|
En el caso de la cubierta es notable la diferencia entre
calefacción y refrigeración, siendo el verano la situación crítica, quedando
claro que es un elemento a tener muy en cuenta al momento de tomar las decisiones
sobre su materialización.
PROPUESTA
DE MODIFICACIONES
Con los
resultados de los análisis de comportamiento de la envolvente exterior, se
definen que existen dos puntos a tener en cuenta para plantear algunas
modificaciones que permitan mejorar el comportamiento del mismo y así, reducir
el gasto energético para acondicionamiento.
a- Modificaciones de
diseño
b- Modificaciones de
materialidad
Veremos en esta primera parte lo referente a las
modificaciones de diseño.
En este aspecto es claro que resulta fundamental
considerar adecuadamente la orientación del edificio y la forma de
agrupamiento. Teniendo en cuenta esto se plantea como condicionante que: - la
forma y orientación del edificio debe presentar sus mayores superficies
verticales al norte y al sur, con un eje longitudinal este-oeste; - el
agrupamiento de unidades edilicias debe ser apareado por sus caras y no
espejado, fig. 8.
Figura
8. Orientación y organización recomendadas
|
Estas dos decisiones sobre el diseño, que no llevan costo
monetario de construcción inicial, permiten aprovechar adecuadamente la
ganancia de radiación invernal (frente N) y la ventilación estival (frente S). Si se compara la situación original, vivienda con todas
sus caras expuestas (caso A) con las viviendas agrupadas propuestas (caso B y
C), fig. 9 y 10.
Figura 9. Agrupamiento original con vivienda de perímetro
libre
|
Figura 10. Agrupamiento propuesto con viviendas apareadas
|
En Tabla 4 que los valores de requerimiento energético
anual se reducen entre un 13% y un 26%.
Tabla 4. Valores de requerimiento energético de los casos
propuestos
|
Otro aspecto que
se puede tener en cuenta para la reducción de la carga térmica en los
edificios, en relación al comportamiento de su envolvente exterior es el color
seleccionado para la terminación final.
Es sabido que los colores claros reflejan más radiación
solar, y por consecuencia hacen que el elemento constructivo expuesto absorba
menos calor.
Tomando el caso de la vivienda origina (caso A, figura 8)
y variando sólo el color superficial en la evaluación de carga térmica Q (calor
transferido por la envolvente), vemos por lo resultados de Tabla 5, que en el
balance anual la carga térmica global se reduce un 19%.
Sin embargo, el éxito de esta condición depende de que la
superficie se mantenga de un color claro a lo largo de la vida útil del
edificio, lo que, si bien no implica un costo adicional de construcción, si obliga
a tener presente un efectivo plan de mantenimiento.
Tabla 5.
Variación de la carga térmica en relación al color de la superficie exterior
|
CONCLUSIONES
Es claro que hay aspectos
de diseño que afectan el comportamiento termo-energético de los edificios, los
que, por su simplicidad, no pueden ser desconocidos por los proyectistas
responsables, no existiendo argumento válido para no considerarlos e
implementarlos, puesto que son pautas cuya aplicación no conllevan
necesariamente un aumento del costo de construcción.
Una envolvente exterior
energéticamente eficiente no solo permitirá un ahorro en el costo de
funcionamiento, sino que también proporcionará ambientes interiores más sanos,
física y psicológicamente, con lo que se eleva el rendimiento personal y la
eficiencia laboral, evitando el llamado Síndrome de Edificio Enfermo.
También permite retrasar algunos
problemas de deterioro que afectan a los cerramientos exteriores, exigiendo
menores gastos de mantenimiento para las mismas.
Así mismo implica la reducción de
otros costos, no relacionados directamente con la obra, como por ejemplo la
disminución en la inversión para la compra de artefactos de calefacción y
refrigeración, ya que la mayor eficiencia térmica del cerramiento lleva a que
se necesiten equipos de acondicionamiento artificial de menor capacidad o
tamaño, además de permitir una mayor eficiencia en su funcionamiento y por ello
alargando su vida útil.
Es así que el incremento monetario
necesario a hacer para construir edificios energéticamente eficientes, sea una vivienda
o no, debería ser considerado como una “inversión a mediano y largo plazo”, que
siempre nos dará beneficios directa o indirectamente al contribuir a reducir el
consumo de energía no renovables y realizar un uso más racional de lo que
consumimos.
REFERENCIAS
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viviendas de interés social. Taller "Energía, Hábitat y Ambiente",
XVII Reunión de Trabajo de la Asociación Argentina de Energía Solar. Rosario,
Argentina, 11 al 15 de Octubre, 1994.
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requerimientos energéticos para el acondicionamiento térmico de un prototipo de vivienda ubicada en San
Miguel de Tucumán. Revista Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente Vol.
4 N° 1. pp. 05.19-05.24. ISSN 0329-5184. Ed. Milor. 2000.
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Nobuko. Buenos Aires. 2003.
Koenisberger O. Viviendas y edificios en zonas cálidas y
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Energías Renovables y Medio Ambiente Vol. 8 N° 1. pp. 05.01-05.06. ISSN
0329-5184. Ed. Milor. 2004.
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Marincic
I. Edificios
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2005. Talleres Gráficos. Universidad de Sonora, México. ISBN 970689248-6.
Mascaró J.J y Mascaró L. Incidência das variâveis projectivas e de
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Editores. 1992.
Picción A., Echeverria
C., Girardín M.G. Avances en Energías
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http://energia3.mecon.gov.ar/home/
Volantino
y Echeuchory. Evaluación del comportamiento de muros en función de su absortancia solar.
Revista Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente Vol.6, Octubre 2002,
pp. 08.97 a 08.102. ISSN 0329-5184. Ed. Milor.2002.
interesante y muy util. GS
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